La promiscuidad se lee en el rostro

Cuando era pequeña iba a un colegio de monjas solo de chicas, en un antiguo palacio lleno de oscuros y largos pasillos, escuchando una oración todas las mañanas y llevando un horrible uniforme gris. Había una monja de la que me queda un especial recuerdo: era una monjita baja, con mucha chepa, que nos daba media hora a la semana clases de canto. Si si, de canto; para que cuando bajáramos a misa, nos supiéramos las canciones cual coro angelical (aunque de angelical teníamos más bien poco). 

Bien, pues cuando en las clases de canto nos dedicábamos a cambiar las letras de las canciones para fastidiarla, ella paraba de dirigirnos (como una directora de orquesta), se nos quedaba mirando fijamente y decía: sé quien de vosotras habéis sido con solo miraros a la cara porque "la cara es el espejo del alma". Y vaya por dios, resulta que después de tantos años, va un estudio de tres universidades británicas y confirma que tenía razón.

Y es que he leído el EL MUNDO una noticia que me ha dado que pensar: la promiscuidad se lee en el rostro.

Dice textualmente: "Con sólo mirar a la cara, un pretendiente puede averiguar si a la otra persona es proclive a tener una relación sexual esporádica o si, por el contrario, sólo está dispuesta a emparejarse tras un periodo de flirteo más bien largo. Los rasgos de la cara son, también en esto, el espejo del alma, sexual, según una investigación realizada por equipos de tres universidades británicas (Durham, Aberdeen y St. Andrews)." Y yo que me he pasado tanto tiempo pensando en qué pasará por la cabeza de mi pareja y resulta que solo tenía que mirarle a la cara; si ya me lo decía a mi aquella monja.

En fin: la ciencia avanza que es una barbaridad, y al final va a estar todo tan estudiado que nos va a quedar poco para la improvisación y la emoción ante lo desconocido. Seguro que hay muchas listas sobre estudios curiosos, voy a ver si encuentro alguna.

A modo de ilustración, estas tres universidades nos han dejado un ejemplo gráfico: los rostros de la derecha tienden más a relaciones cortas que los rostros de la izquierda, que serían mas proclives a un compromiso. ¿De verdad se percibe así?